Cualquier experto vitivinícola sabe perfectamente que no todas las copas de vino son iguales y que de su forma, de su tamaño y de su material depende en buena medida el disfrute de un buen vino. Y es que la copa de vino puede alterar sus aromas y hasta su sabor.
Así pues, si aparte de ser un buen anfitrión, también deseas que tus invitados degusten como deben esa magnífica botella que has adquirido -Protos, por supuesto-, pon atención a lo que te vamos a contar y súmalo a tus pautas de cómo servir el vino. Veamos, pues, algunas características clave que debes tener en cuenta antes de elegir la copa adecuada.
De entre todos los tipos de copas que existen, lo más adecuado es elegir las que estén hechas de cristal o de vidrio fino, habida cuenta que las que están fabricadas con otro material pueden provocar que perdamos la captación de colores, aromas y sabores.
Eso sí, el cristal debe ser lo más transparente posible y fino para que no afecte ni a los citados colores -la vista juega un papel fundamental en la cata-, ni a la propia esencia y uniformidad de nuestro vino.
Para esta Navidad, una vez que eliges unas buenas copas y las utilizas, has de tener cuidado cuando vayas a limpiarlas. En este caso, nuestro consejo, si quieres que las copas mantengan perfectas para las próximas fechas navideñas, es que no emplees detergente con abrillantador si las metes en el lavavajillas. Y en caso de lavarlas a mano, lo más recomendable es que lo hagas con agua caliente y poco jabón.
Asimismo, si las copas son de cristal y no de vidrio, no dudes en meterlas en el lavavajillas si dispones de uno, ya que suelen ser muy delicadas y podrías romperlas con un mínimo golpe o resbalón si las lavas a mano.
Otra de las características a tener en cuenta en las copas -al tratarse de uno de los accesorios del vino imprescindibles- es su tamaño. En este caso, se elija la que se elija, sus dimensiones deben permitir agitar, oxigenar y contener la cantidad óptima de vino.
Entre los distintos tipos de copas lo ideal es contar con una grande que disponga de una abertura estrecha para liberar y disfrutar del aroma, es decir, que se expanda pero que no se escape por una abertura excesiva.
Y como una de las reglas principales de cualquier cata de vino pasa por no transmitir calor corporal al vino, el tallo es otra de las partes fundamentales a la hora de elegir la copa. Lo más adecuado es que cuenten con un tallo largo para sujetarlas sin problemas, sin que tengamos que tocar la parte del cáliz.
Finalmente, en el caso de la base, debe ser como mínimo como la boca de cara a asegurar su estabilidad al posarla sobre la mesa.
Teniendo en cuenta estas características, si tuviéramos que crear o comprar el estuche de vino perfecto, lo mejor es que se incluya la copa correspondiente, tal y como ocurre con otras bebidas. Y es que cada caldo tiene esa copa que le viene mejor para poderlo disfrutar completamente.
En este sentido, por regla general los vinos tintos combinan bien con copas grandes para que evolucionen mejor en su contacto con el oxígeno; los vinos espumosos se degustan a la perfección en copas con forma de tulipa, ya que al ser estrechas y alargadas las burbujas permanecen el mayor tiempo posible sin alterarse; y para los vinos blancos se emplean copas grandes, pero de un tamaño menor que los tintos.
Finalmente, las copas que suelen utilizarse con más asiduidad son las burdeos, más altas y rectas, y las borgoñas, más anchas y redondeadas.
Ambas serán perfectas para casi cualquier tipo de vino, aunque si visitas nuestras bodegas Protos, te contaremos de primera mano cuál es la mejor opción. Porque lo que está claro es que el vino perfecto también tiene su copa perfecta.
Un comentario
Cómo hacer una cata a ciegas - Bodegas Protos Blog
[…] en la mesa diferentes tipos de copas , dado que la forma de estas también es un elemento importante para que el vino llegue a nosotros […]