Vuelve la moda de los vinos rosados

Son varias las razones que juegan a favor para que los vinos rosados se estén posicionando actualmente. Han regresado a nuestra década actual como un clásico que no puede ser ignorado, igual que ese gran libro de literatura o ese disco de rock and roll de la década de los ochenta.

Es cierto que el vino rosado entra en contraste con los vinos tintos, conocidos como los tradicionales de toda la vida y cuya edad nos remonta más allá de los mismos tiempos de la Antigua Grecia. Lo cierto es que, en muchos países, como por ejemplo Francia, los vinos rosados son esenciales para acompañar cualquier plato, sin embargo, en España, triunfaban únicamente como aperitivo y esto se debía a la falta de conocimiento vinícola. Aun así, la sociedad está cambiando y el vino rosado ha revivido de nuevo con un carácter elegante. Es ideal para disfrutarlo en una noche de pizzas, a media mañana en un desayuno de panes frescos y huevos revueltos, o bien, con una buena porción de pastel de chocolate.

La presentación, el sabor y el proceso de fermentación, logran que estos vinos rosados tengan una calidad excelente y por tanto liguen bien con cualquier tipo de plato.

Por otra parte, el vino rosado mantiene su esencia y no desentona, gracias a su versatilidad y sus características. El color cristalino es un color neutro, no exigente, pero sí exquisito y agradable a la vista. 

¿Porqué elegir un vino rosado?

En definitiva, cada vez más gente se decanta por un vino rosado porque:

• Es un tipo de vino con un sabor más afrutado.
• Tiene una intensidad aromática mucho más fresca y suave.
• Posee un color más refinado y elegante.
• Tiene un matiz mucho más silvestre y natural.
• Existen algunos vinos rosados con influencias florales.
• El nivel de acidez no es tan fuerte.

También es interesante saber que el nivel de alcohol y sus sabores son mucho más graduados, más livianos de lo que se puede esperar de un vino tinto, que vive un proceso de fermentación distinto. La esencia del vino rosado se encuentra en su sencillez, en la moderación de sus sabores y su exquisitez cristalina. Es un vino clásico e innovador, que rompe con toda la tradición que refleja los vinos tintos.

También es importante valorar que los últimos años se han caracterizado por un retorno a los valores de la década de los setenta y ochenta. Las barbas largas, la cultura vintage, el vestir a la moda clásica, entre otros, han sido algunos de esos factores que pretenden rescatar lo mejor del pasado. Y como no, esa nostalgia ha hecho que rescatemos los vinos rosados y que vuelvan a estar de moda. Los vinos rosados fueron en el pasado un producto de gran valor y han vuelto para quedarse.

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