“Libiamo, libiamo ne’lieti calici che la belleza infiora”. Así comienza el famoso brindis de la Traviata, donde Verdi nos regala un canto a la vida y nos pide que bebamos “porque el vino avivará los besos del amor”. Pero, ¿de dónde procede esta costumbre?
Como ocurre con muchas tradiciones, existen diversas teorías para discernir cuál es el origen del brindis.
Son muchos los que dicen que comenzó con motivo de una victoria del ejército de Carlos V al tomar Roma, ya que los militares llenaron sus copas de vino y las chocaron con la frase “bring dir’s”, que se podría traducir como “yo te lo ofrezco”.
En cambio, otros lo remontan a los grandes festejos romanos, en los que con tanto alboroto debían chocar las copas para que los sirvientes las llenaran de nuevo. Asimismo, la teoría que involucra a los griegos no es menos curiosa, ya que dicen que el anfitrión alzaba la copa y tomaba el primer trago para mostrar que no era una bebida tóxica y, por tanto, como muestra de confianza a sus invitados.
Más allá de la historia, existe una leyenda que cuenta que Dionisos, dios del vino, quiso ofrecer un banquete en el monte Olimpo con el fin de deleitar a todos los dioses. Sin embargo, la experiencia con su maravilloso vino no era completa: la vista se había deleitado con los tonos de la bebida, el olfato con el aroma, el gusto con sus matices, el tacto con las sensaciones de la lengua y ¿el oído? Fue entonces cuando Dionisos pidió a sus invitados que chocaran las copas para que el vino llegara a todos y cada uno de los sentidos.
Sea cual sea la historia verdadera (o la que más nos guste), lo que está claro es que la tradición de brindar es una de las más típicas de cualquier lugar del mundo.
Para algunos, esta costumbre lleva implícito el choque de copas y para otros es suficiente con alzar el vaso hacia el resto de los participantes. Aunque lo correcto realmente sea evitar ese leve golpeo -puede ser considerado incluso como una ofensa-, el brindis está presente de cualquiera de las maneras en todas celebraciones con vino.
En este sentido, una de las tradiciones más comunes del brindis pasa por decir unas palabras que o bien tienen que ver con el motivo de la celebración o simplemente se trata de un deseo para los participantes. Dicho deseo a veces se formula en una sola palabra que casi es universal, aunque se pronuncie en múltiples idiomas: ¡Salud!
Pero, ¿por qué se brinda? Aunque muchas veces pensemos que solo se brinda en momentos especiales, lo cierto es que no importa muy bien cuándo se haga, sino el porqué. Y este no es otro que para celebrar o disfrutar de un instante concreto. Por lo tanto, se brinda porque lo hacemos en un momento de felicidad. Después, el estilo del brindis e incluso del vino con el que se hace, será de un modo u otro dependiendo de la ocasión o del protocolo, pero un brindis es siempre motivo de celebración.
Aunque la globalización ha provocado que el momento del brindis sea celebrado cada vez de un modo más similar, aún existen algunas tradiciones curiosas:
Es muy probable que con tanto leer sobre el brindis, te hayan dado ganas de tomarte un buen vino y disfrutarlo con quienes quieres. Así que cuando la situación actual pase, no dudes en visitarnos y brindaremos contigo.