Desde hace ya algunos años, existe la moda de plantar huertos urbanos, e incluso, algunos se han animado a producir su propia miel instalando panales de abejas en las azoteas de los edificios.
Bien, no era de extrañar que además de poder contar con nuestra propia producción de tomates, zanahorias, lechugas, etc., e incluso, miel, pudiéramos elaborar nuestro propio vino.
A ciudades como Nueva York, que fue la pionera en viñedos urbanos, se han unido otras grandes urbes como Madrid, Milán, Viena, Merlbourne, San Francisco o Venecia, entre muchas otras, para crear estos viñedos tan urbanitas.
Para los grandes amantes del vino, poder producir su propio vino resultaría un sueño, pero ¿realmente, se puede elaborar un buen vino? ¿Las vides se conservan bien en entornos urbanos? ¿Cómo podemos cuidarlas para sacar el mejor partido?…
Antes de desvelarte todos estos secretos, vamos a mostrarte algunos de los ejemplos de viñedos urbanos que podemos encontrar en ciudades como Nueva York, Madrid, o París.
Parecía imposible que los productos que nos dan la tierra pudieran extrapolarse al asfalto, pero sí, desde hace tiempo, como comentábamos existen huertos urbanos, que muchos han decidido implantar en sus terrazas y azoteas. El vino no iba a ser menos y es por esto, que un grupo de visionarios neoyorquinos se decidieron a emprender esta aventura, creando el primer viñedo urbano del mundo.
Este proyecto comenzó en el año 2015, en una azotea de Brooklyn. Devin Shomaker junto con su hermano Thomas y su socia Chris Papalia son los fundadores de Rooftopeds.
Para el proyecto contaron con la colaboración de la Universidad de Cornell y de la Destilería Finger Lakes, quienes les ayudaron a montar este viñedo en las alturas.
En una azotea de 13.000m2 en los antiguos astilleros de Brooklyn, comenzó lo que, sin duda, se ha convertido hoy, en uno de los viñedos urbanos más importantes y visitados, que, cuenta, además, con una gran cantidad de actividades lúdicas relacionadas con el mundo del vino.
En pleno barrio de Salamanca, en el Hotel Wellington se encuentra el primer viñedo de Madrid. Una azotea de 45m2 en la que se encuentran plantadas vides de diversas variedades como Airén, Viura, Verdejo o Albariño, Tempranillo, Garnacha tinta o Monastrell.
Estas vides se plantaron tanto en vaso, espaldera y parral para contar con los tres sistemas de conducción más representativos de España.
El proyecto comenzó en la primavera de 2016, y la primera vendimia tuvo lugar dos años más tarde, en 2018, año en el que recogieron 150 kg de uva. Esta vendimia dio lugar a dos vinos: uno tinto elaborado con tempranillo y garnacha y uno blanco, con las variedades verdejo y moscatel.
En Montmatre se encuentra el que, sin duda, es el viñedo “urbano” más antiguo, ya que en las inmediaciones de la famosa y maravillosa Basílica del Sagrado Corazón en Montmatre, los visitantes pueden descubrir una terraza que alberga un viñedo urbano, el Clos Montmartre de París. De hecho, es el único que queda de una gran cantidad de viñedos urbanos que se plantaron en París hasta los años 50.
Este viñedo producía vino de poca calidad y cantidad. Fue en el año 1980, cuando se impulsó el viñedo, convirtiéndose en la sede de la fiesta anual de la vendimia, y desde entonces, el público puede visitarla durante una semana, a finales de septiembre.
Hoy en día, la producción de el Clos es de mil botellas anuales, que son subastadas para financiar distintos proyectos del distrito 18 de París.
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Ya hemos visto que sí es posible elaborar vino y tener un viñedo en la ciudad. El gran desafío que surge es producir un buen vino, e igual que sucede en el campo, lo más importante es la tierra, la orientación y el riego.
Al estar situado en una azotea o terraza, y no contar con un suelo con la suficiente profundidad ni dimensiones, hay que aplicar una serie de técnicas específicas para su mantenimiento y cuidado para conseguir ese ansiado buen vino.
En este enlace, encontraréis tips muy interesantes para lograrlo, aunque os destacamos algunos de los más importantes:
Así que ya sabes, si cuentas con una buena azotea o una amplia terraza y eres un apasionado del mundo del vino, puedes crear tu propio viñedo y sorprender a tus seres queridos con un vino, esta vez, de tu propia cosecha 😉