Copa de tinto en mano y en uno de mis momentos favoritos, me encantaría compartir contigo un pensamiento que lleva tiempo rondándome: ¿Dónde está la verdad?
La veo en los ojos de mi madre y en los gestos de mi padre. Está en las manos de mi hermano tocando el piano. También la encuentro en esa pareja de ancianos que se sientan en el banco del parque y que siguen entrelazando sus dedos. Pero creo que cada día me cuesta más encontrarla.
De hecho, me planteo si yo mismo estaré perdiendo autenticidad. Es el mundo que hemos construido. Fantástico y apasionante en muchos aspectos, así como frío y superficial en tantos otros. Tal vez nos dejamos llevar por una corriente de pensamiento cómodo que nos convierte en ovejas de un mismo rebaño sin darnos cuenta. Pero creo que las personas que cambiaron algo en su vida y pudieron dejar huella (más grande o más pequeña) jamás perdieron la verdad.
¿Recordáis cuando “te doy mi palabra” era mucho más que una firma en un contrato? Hoy nadie se fía de nadie. Hoy nadie sabe nada de nadie. Y hoy nadie conoce realmente a nadie. Sí, estoy generalizando para acentuar mi catastrofista reflexión… Pero en realidad no lo es tanto. Porque también desde ese lugar se valora mucho más a los que trabajan por conseguir todo lo contrario. Los valientes de la verdad. Los que quieren ser una cosa y creen en ello aunque el mundo les intente convencer de poder transformarse cada día, según mejor convenga.
Cada vez soy más del poso y menos de todo lo que me reporta una sensación de satisfacción inmediata y efímera. Cada vez me hago más preguntas y cada vez escucho más, tal vez para intentar descartar o confirmar esa verdad tan cara a día de hoy. Puede que lo que hoy crees como cierto mañana ya sea mentira, y viceversa.
Ayer un gran amigo me recordaba algo muy importante, a través de una frase extraída del libro que estaba leyendo en ese momento: “No existe mayor cansancio que el del esfuerzo de ser uno mismo en un horizonte en el que planea la promesa de poder ser cualquier cosa.”
Hoy brindo por ese esfuerzo.