Vivimos en un mundo acelerado, en donde las prisas, el estrés imperan nuestro día a día…
Además, la contaminación, la mala alimentación o no estar lo suficiente hidratados nos general que tengamos una piel apagada, lo cual haga que se nos vea más cansados y con falta de luminosidad y, en definitiva, con falta de vida.
Como no es tan fácil poder dejarlo todo e irnos vivir a una isla paradisiaca y dedicarnos a nosotros mismos, vayamos a lo que puede generarnos un momento de paz, relax y tranquilidad y que está al alcance de nuestra mano.
Hablamos en este post de la Vinoterapia.
Desde hace ya algunos años, estos tratamientos están en boga, ya que los beneficios que el vino y las uvas aportan a la piel son increíbles.
Nuestros ancestros, siempre sabios, ya probaron las maravillas de este elixir. Países como Egipto (del que ya hemos hablado en otras ocasiones) o Grecia han sido pioneros en utilizar el vino como tratamiento medicinal y cosmético.
Por ejemplo, los griegos veían el vino como un gran hidratante paras el cuerpo. Fue Hipócrates quien fundó su escuela de medicina y algunas de sus asignaturas eran «el vino como un gran cicatrizante y antiséptico.
En Egipto, el vino se veía como un principio curativo, e incluso, los faraones eran tratados con él.
En antigua Roma, ya las mujeres se ponían mascarillas en la cara con los hollejos y las semillas de las uvas con el fin de prevenir la aparición de arrugas.
Además de estos usos, si nos centramos en una época un poco más cercana, sabemos que el rey Luis XV usaba la vinoterapia como fin cosmético y para conseguir ese color rosado de las mejillas.
Sin embargo, a quienes debemos el concepto como tal es a Matilde Cathiard y Bertrand Thomas quienes en la región de Graves, cerca de Burdeos, creo el primer spa especializado en vino, al que llamaron Les Sources de Caudalie.
Sus investigaciones sobre las mejoras de la piel gracias a la uva y al vino, fueron lo que les animó a abrir este spa.
Más tarde, otros países decidieron unirse a este concepto y abrir sus propios spas o balnearios como, por ejemplo, España.
La vinoterapia consiste en aplicar los elementos del vino y de la uva para bloquear los radicales libres que son los responsables del envejecimiento y la oxidación de la piel.
Los científicos han detectado que el vino tiene muchísimos antioxidantes que ayudan a neutralizar estos radicales libres. Algunos de ellos como el resveratrol que tonifica e hidrata la piel, aportando firmeza y elasticidad.
También, cuenta con otros elementos como los proliferoles, procianidólicos o antocianósidos para la regeneración celular.
Todos estos nutrientes del vino dan energía, evitan la flacidez y frenan el envejecimiento y la aparición de arrugas. Además, ayudan a disminuir las tensiones musculares gracias a los tratamientos que se llevan a cabo en los balnearios y spas.
Se mejora la circulación, con lo cual se evita tener piernas cansadas o varices. Cura ciertas enfermedades de la epidermis…
Algunos de los tratamientos más demandados en los que se aplican los nutrientes del vino son: baños de agua y vino, exfoliaciones, mascarillas naturales, masajes descontracturantes con resveratrol, cremas etc.
Así que ya sabes, si buscas un momento para ti, donde desconectar y, además, cuidar tu piel… no dudes de apuntarte a este tipo de tratamientos, que, sin duda, son un bálsamo para el cuerpo y el alma 😉