Estamos en Semana Santa y hoy, viernes santo, queremos hablarte de dulces típicos en estas fechas.
Sí, porque, aunque el dulce rey siempre son las torrijas, hay una gran cantidad de dulces típicos que se elaboran en España.
Aquí, te mostramos una pequeña selección de los más conocidos y elaborados en casas y hornos de toda España y te enumeramos otros, que son específicos de algunas regiones.
Su origen se remonta al antiguo imperio romano. Los ingredientes utilizados son harina, leche, azúcar, levadura, ralladura de limón, sal, huevos y aceite de girasol. En algunos lugares, se le aromatiza con anís o canela.
Si pensamos en buñuelos, seguramente, nos venga a la cabeza, los buñuelos de viento que solemos tomar a finales de noviembre, coincidiendo con la festividad de todos los santos. Sin embargo, existen otra clase de buñuelos, los llamados de cuaresma, que se toman en estas fechas, aunque, francamente, cualquier momento es buena para degustarlos.
La principal diferencia entre unos buñuelos y otros, es que la masa se aromatiza con un vino dulce, también se utiliza la ralladura de algún cítrico y se le añade anís en grano o matalahúva.
Este dulce tiene este nombre, por su forma, el de una flor. Para ello, se utiliza un molde de hierro que sumergimos en la masa, para que se pegue a él y luego introducirlo en aceite para dorarlo.
Cuando la froreta está caliente, es cuando la rebozamos en azúcar, miel, almíbar o cualquier edulcorante.
Este dulce se elabora en tantas regiones y es tan popular, que hasta Miguel de Cervantes lo menciona en El Quijote.
El panquemado o también llamado toña, mona… es un bollo típico de la Comunidad Valenciana y la región de Murcia, que tiene los mismos ingredientes que la Mona de Pascua, típica de Cataluña.
Con la diferencia de que la forma es diferente. Los ingredientes del panquemado y la mona de pascua son exactamente los mismos, pero difiere la forma. Puede ser redondo, en forma de animal, cocodrilo, o una serpiente, de flor…
Además, a la mona de pascua se le suele poner un huevo o un huevo de chocolate, mientras que en el panquemado, no.
Este dulce tan típico proviene de Andalucía, aunque como hemos comentado en un principio, ya son muchas las comunidades autónomas que lo elaboran.
Su receta viene de la cocina árabe y se trata de unas porciones fritas de una masa elaborada con harina, aceite y aguardiente o vino.
Aquí, la diferencia se encuentra en las especias ya que se puede echar canela, laurel, clavo, sésamo, anís… Otra de las particularidades es ponerle huevo o no, así como el uso de la miel, almíbar o canela y azúcar a la hora de rebozarlo.
Es uno de los postres por antonomasia de la Semana Santa. Está riquísima y es muy fácil de hacer. Consiste en hacer una masa con maicena, harina, leche, azúcar, huevos, piel de limón y/o naranja y una ramita de canela. Con todos estos ingredientes crearemos una masa perfecta, que luego freiremos en pequeños trozos y rebozaremos con canela en polvo y azúcar.
Hay un sinfín de dulces de Semana Santa que son menos conocidos, porque solamente, se elaboran en determinadas regiones como, por ejemplo, los rubiols de Mallorca y Menorca, los huesillos extremeños, los canutos manchegos o las hojuelas de Castilla, entre muchos otros.
Desde Protos, te animamos a disfrutar de esta gran variedad de dulces que tenemos en España, y a descubrir los dulces típicos elaborados por Semana Santa, del lugar en el que te encuentres. Eso sí, y no olvides acompañarlos de un buen Protos 😉