En España, tenemos una gastronomía espectacular, y de la que, además, estamos y debemos estar muy orgullosos.
Si hay algo que es fácil de preparar y que deleita a su vez, nuestros sentidos, son las tablas de embutidos.
Un picoteo informal y rico que casa a la perfección con el mundo del vino. De hecho, desde este post, queremos proponerte el mejor matrimonio entre algunos de los embutidos más populares de España y nuestros vinos.
Hablamos del jamón ibérico, del chorizo, de la chistorra, el salchichón o caña del lomo… Prepárate para que se te haga la boca agua con estas excelentes combinaciones.
Como dicen en la página jamonlovers, en el proceso de curación de un jamón ibérico son importantes 3 factores: el legado histórico de una tradición artesanal; la climatología idónea proporcionada por las serranías españolas y las innovaciones técnicas.
Con ello se consigue que el jamón ibérico desarrolle su especial e inconfundible aroma, así como su espectacular sabor. La elaboración del jamón ibérico lleva un proceso muy meticuloso para conseguir la máxima calidad.
A este maravilloso manjar le va un vino tinto que sea fuerte, robusto, que tenga unas notas olfativas no con muchos taninos, que sean un poco aterciopelados, suaves, pero estructurados como son Protos Crianza o Protos´27.
Un embutido elaborado a base de carne magra de cerdo, tocino de cerdo molido y pimienta (que puede estar presente molida o en grano), así como otras especias. Esta combinación de especias y pimienta negra es la que otorga ese sabor tan personal. Esa mezcla entre lo dulce, suave y picante.
La mejor manera de acompañarlo es con Protos Verdejo, un vino seco con una entrada que sorprende por unir frescura y acidez natural moderada y equilibrada.
Chorizo:
Los ingredientes principales para elaborarlo son la carne, tocino de cerdo, pimentón y sal. De hecho, es el pimentón el que le da ese color tan característico, que junto al condimento de otras especias le aportan un gran aroma y sabor.
El chorizo tiene que contar en su preparación sí o sí, con el ajo y el pimentón, y contener como ingrediente principal la carne picada de cerdo. Además, se puede curar al aire libre o bien ahumado.
Proponemos que lo cases con un Protos 5º año Reserva o Protos´27 ya que esta clase de embutido necesita un vino que tenga mucho cuerpo, con presencia de taninos, para tratar de balancear el sabor del chorizo.
Su elaboración es a base de carne porcina, panceta picada, adobada con pimienta, a la que le puedes añadir otras especias.
Aquí, la combinación ideal es con Protos 9 meses , un vino bien estructurado, sabroso, y equilibrado que cuenta con taninos muy agradables y con un final muy largo afrutado y con toques tostados.
Se caracteriza por tener muy poca curación. Lo diferencia del chorizo por su presencia más alargada y delgada y porque es más grasa. Está elaborado con carne de cerdo picada, aunque a veces puede tener mezcla de vacuno y porcino, y está condimentada con sal, pimenta o pimentón.
Lo que mejor le va es un vino crianza joven, por eso te proponemos Protos Roble, un vino que cuenta con seis meses en barrica y una buena estructura, frutal, fresco, con paso goloso, equilibrado y con taninos suaves muy agradables.
Este preciado embutido proviene del espinazo, una pieza que apenas tiene grasa y clave para aportarle ese gran sabor. Suele ser condimentada con sal, pimentón, ajo y orégano.
La caña de lomo solo cuenta con la elaboración del adobo, con lo cual se le considera uno de los embutidos más naturales.
Marida genial con la variedad Tempranillo por lo que cualquier vino tinto de Protos es ideal.
Y vamos a incluir, otro embutido, que, aunque no es precisamente español, sí lo consumimos bastante. Hablamos del salami:
Producto típico italiano. Está elaborado a partir de una composición de carnes de cerdo, de vacuno, o ambas), además de añadirle tocino o grasa de cerdo.
La pimienta, también, está presente, aunque muy poquita, por eso su sabor es mucho más suave. Asimismo, el ajo es otro de los ingredientes que siempre está presente en los embutidos italianos. El salami lo podemos encontrar bien embutido, ahumado o curado.
Y para esta chacina, dejamos los vinos tintos a un lado y te aconsejamos maridarlo con un buen rosado como es Aire de Protos. Un vino fresco y sedoso, que cuenta con elegante acidez y que se equilibra con un complejo recuerdo frutal.