Hoy, vamos a hablar sobre las uvas. En este blog, hemos dedicado varios posts hablando de las cepas, el terruño… en esta ocasión, vamos a dedicar este texto a la que, sin duda, es la madre de los vinos: la uva.
Pero, no todas las uvas son aptas para hacer vino. En estas líneas, vamos a explicarte cuáles sí son adecuadas para hacer vino y cuáles son las aquellas que son para comer. Pero, ojo, que hay algunas que son indicadas para ambas cosas 😉
Llamamos “uva” al fruto de la vid común (Vitis vinifera) una planta enredadera y semileñosa que puede alcanzar los 30 metros si se deja crecer libremente sin orden, agarrándose al primer soporte que encuentran a su camino.
La vid domesticada se somete a una poda de formación que permitirá desarrollar correctamente el cultivo, según el fin del fruto.
Hay una gran diferencia en el mundo de las uvas, según la clase, el tipo, el color… pero hay dos grupos por excelencia: las uvas de mesa y las uvas de vino. Las primeras son aquellas dirigidas al consumo directo: por ejemplo, son las uvas que comemos en año nuevo. Las segundas, como su propio nombre indica, se usan exclusivamente para elaborar vino.
Ambas son distintas no solo en cuestiones estéticas, sino también en la forma en la que se plantan y la finalidad a la que se dirigen.
Esta especie de uva es la Vitis Vinisfera. Es un fruto más pequeño que se cultiva en las laderas de las montañas. Deben estar expuestas al sol durante distintos momentos del día para alcanzar ese sabor que le caracteriza.
Los racimos suelen ser bastante densos y predominan los colores, e incluso, el tiempo de cosecha es distinto, para que el sabor del vino no se vea afectado y sea una uva muy dulce y potente.
Para su cultivo, las uvas de vino precisan de elementos climatológicos adversos. Así tanto el viento como las heladas juegan a favor de estos frutos que, posteriormente, se usarán para hacer vino.
Variedades de uvas hay muchas, pero las que más se usan en la D.O de la Ribera del Duero son:
Son uvas de ciclo corto (que cambian de color o envera). Produce vinos de cuerpo medio, con aromas de fruta roja madura y vallas del bosque. Con tanino muy elegante y buenas características para la maduración.
Produce vinos elegantes de color medio y muy frutales. Ideal para dar finura a los vinos en las mezclas.
Es la variedad más plantada del mundo. Se caracteriza por ser una mezcla entre Cabernet Franc y el Sauvignon Blanc. Tiene una piel dura y resistente, aporta cuerpo, corpulencia y aromas variados en función de la temperatura de maduración.
La uva Merlot es una de las variedades más plantadas del planeta, tan solo después de la Cabernet Sauvignon. Sus vinos tintos y rosados sorprenden en boca por ser redondos y equilibrados.
Es una uva que se usa, sobre todo, en los viñedos argentinos. Aporta color y acidez al vino. De ciclo largo y piel fina, necesita mucho sol y calor para madurar correctamente.
Es una uva de vinos blancos, cultivada en muchas partes de España, pero en concreto, en Castilla y León. Es una uva aromática y frutal, con mucho cuerpo pero que se oxida con facilidad y tiene poca acidez.
Las uvas de mesa se producen en las mismas condiciones que los cultivos regulares como el trigo o el maíz. Necesitan zonas de climas suaves o cálidos con suelos extremadamente nutricionales, por ello, el clima mediterráneo es perfecto para su cultivo. Generalmente, se plantan en parra y suelen regarse.
El fruto es mayor que el del vino: es más carnoso y contiene más jugo y pepitas. Los racimos son más largos y sueltos. Además, algunas variedades de este tipo de uvas pueden ser usadas para hacer vinos dulces.
Aunque las uvas de vino son cultivadas con más frecuencia, las uvas de mesa tienen un rendimiento más alto que ellas. En un solo ciclo de cosecha, un agricultor puede obtener tres veces más cantidad de uvas de mesa en comparación con las de vino.
Hay varios tipos de uvas de mesa:
Son verdes, grandes, dulces y jugosas, con una piel gruesa. Esta variedad es, especialmente, popular para el consumo en las fiestas de Fin de Año en España, donde la tradición dicta comer doce uvas al son de las campanadas de medianoche.
Es amarillo dorado, grande, jugosa y extremadamente dulce. Se produce principalmente en la región de Valencia y se usa para hacer vino moscatel.
Palomino:
Es una uva verde, suave y de textura crujiente. Se usa, principalmente, para hacer vino de Jerez.
Esta variedad es de gran tamaño, de color rojo intenso. Son carnosas y tienen semillas en su interior, con un sabor dulce y ligeramente ácido. Es resistente y se transporta bien, lo que la hace popular en los mercados internacionales.
Victoria:
Es conocida por su piel fina y su carne jugosa y dulce. Tiene un tamaño medio y es muy apreciada por su calidad y sabor.