Comienza septiembre, y con el mes, también, arranca la época de vendimia. Las bodegas se ponen manos a la obra para comenzar, la que, sin duda, es la época más importante para el sector ya que de ella, saldrán los vinos del futuro.
Aunque ya hemos hablado en diferentes ocasiones sobre la vendimia, lo cierto, es que aun queremos mostrarte algunas curiosidades sobre el arte de recolección.
Empezamos hablando sobre la procedencia de la palabra . Esta viene del latín «vindemia”, que está formada por el sustantivo vinea cuyo significado es “viña” y el verbo “demere”, que quiere decir retirar, tomar, quitar. Así, vendimia significa “tomar el fruto de la viña”.
Este procedimiento es milenario, ya que sabemos que en el neolítico ya se comenzó a desarrollar la viticultura. Además, Egipto, Grecia o Roma realizaban esta práctica.
Por ejemplo, en Grecia, cuyo culto se realizaba al Dios Dionisos, la vendimia era una época muy importante, en la que durante cinco días, se suspendían las labores políticas y militares para que todo el mundo pudiera participar en la recogida de la uva. El método utilizado era exactamente igual que el que llevaron a cabo en Egipto.
En otro post, ya hablamos de la vinalia, la fiesta que se llevaba a cabo en Roma, antes de la vendimia, donde se le realizaban distintas ofrendas con las primeras uvas al Dios Júpiter.
La vendimia comenzaban realizándola en su mayoría las mujeres, se recogían las uvas a las que les daba más el sol, para luego continuar con las que estaban más a la sombra.
La vendimia en el hemisferio norte se realiza entre julio y octubre. En el caso de la Ribera del Duero, da el pistoletazo de salida al comienzo del otoño, a finales del mes de septiembre, pero puede darse, también, a principios de octubre.
De hecho, es de las más tardías, si tenemos en cuenta las 13 denominaciones de origen que existen en Castilla y León.
La uva por antonomasia es la Tempranillo, aunque el Consejo Regulador, también, permite otras varietales como: Cabernet-Sauvignon; Merlot, Malbec, Garnacha tinta, Albillo Mayor (la única variedad blanca).
Otra curiosidad que se da en la vendimia ribereña es lo que ellos llaman el lagarejo. Una especie de bautismo que reciben los nuevos vendimiadores.
Cuando da comienzo la vendimia, muchas familias llaman a amigos y parientes para que les ayuden en la recolección, y para algunos de ellos, seguramente, esta sea su primera vez, así que hay que bautizarles… ¿Cómo? restregándoles un racimo de uvas por la cara al nuevo vendimiador 🙂