Hoy, 9 de febrero, es el Día Mundial de la Pizza. En Italia es un buen argumento para reunirse; mientras se hace la masa se charla, se debate, así con las dos manos cerradas en forma de bolsita que levantan los italianos al aire para llevar razón. Toman el aperitivo, puede que un vino, mientras la fermentación hace lo suyo, mientras la conversación hace lo suyo. Dicen que la primera pizza blanca surgió de una prueba panadera para calcular la temperatura del horno. Las variables entre los ingredientes son tan caprichosas como todo lo que pueda encontrarse; se sabe que antes de la llegada del tomate a Italia, los napolitanos la preparaban con ajo, perejil y aceite de oliva… ¿Cuántas ideas, conclusiones, descubrimientos se habrán hecho esperando a la fermentación de una pizza?
Ahora, con la variedad de ingredientes que tenemos a mano, resulta perfecta con gambas, puerros y calabacín y, para eso, elegimos un vino, el ingrediente más mediterráneo, un Protos Clarete, que le da un buen punto al marisco y coloca en el paladar una pequeña bomba de fruto rojo. De alguna manera es como volver al Monte Testaccio, la colina artificial de la Roma imperial llena de ánforas rotas de aceite y vino procedentes de la Bética, es decir, de aquí mismo.
Para elaborar la base de la pizza usamos la harina y levadura de El Amasadero, una tienda online especializada en panadería casera, repostería y productos de alimentación.
Ingredientes:
Para la masa (2 pizzas medianas)
500 g de harina especial para pizza El Amasadero
290 g – 335 g de agua tibia
10 g de sal
2 g de levadura especial para pizzas
Condimentos
100 de gambas peladas crudas
20 g de mantequilla
1 puerro
½ calabacín
80 g de mozzarella rallada
Sal
1 bola de burrata
Receta:
Sírvela acompañada de una bola de burrata en el centro y una copa de Protos Clarete. ¡Buona giornata della pizza!