Las tierras vallisoletanas tienen más de 60 castillos de los cuales tan solo unos 20 son visitables. Muchas de estas construcciones pertenecen a la llamada Escuela de Valladolid, unas edificaciones del siglo XV cuyo modelo de construcción, elegante y equilibrado, se aplicó a fortalezas reales reconvertidas en palacios señoriales y residencias de la nobleza castellana. De todos ellos hemos seleccionado los ocho castillos que nosotros consideramos indispensables de la provincia de Valladolid.
Esta construcción de ladrillo de estilo mudéjar se erigió en el siglo XV y alcanzó su hegemonía con el reinado de los Reyes Católicos. Fue también prisión de estado y algunos de sus reclusos famosos fueron Pizarro o César Borgia. El Castillo de la Mota fue usado también como archivo, albergando distintos documentos de la Corona. Durante la visita al castillo de la Mota se ven algunos elementos como el Peinador de la Reina, donde dicen que Juana La Loca se acicalaba mientras esperaba, con la mirada perdida, a su esposo Felipe El Hermoso. Por último y como curiosidad, el Castillo de la Mota conserva restos prehistóricos.
El Castillo de Peñafiel, uno de los más importantes de la provincia de Valladolid, está situado en el corazón de la Ribera del Duero. Monumento Histórico Nacional desde 1917- aunque los orígenes de la construcción se remontan al siglo IX- la estética actual es fruto de la reforma que se llevó a cabo bajo el dominio de don Pedro Téllez. Uno de de los lugares que más llaman la atención son sus mazmorras, conocidas como pudrideros, donde lanzaban a los presos sin agua ni comida y los abandonaban hasta su muerte. Aquí nació la expresión ahí te pudras.
Dentro de este castillo se encuentra el Museo Provincial del Vino que rinde homenaje a las cinco Denominaciones de Origen de Valladolid. A cuatro minutos en coche del castillo de Peñafiel se encuentran las prestigiosas Bodegas Protos, las más visitadas de todas la Ribera del Duero, que cuentan con los últimos avances tecnológicos en enología y viticultura.
Esta edificación, situada en la comarca de Tierra de Pinares, siempre tuvo un carácter defensivo. Los restos más antiguos que se conservan como la muralla o la estructura de la Torre del Homenaje son del siglo XIII y se sabe que fueron erigidos sobre las ruinas de otras fortalezas todavía más antiguas.
Íscar ha sufrido numerosas remodelaciones desde sus inicios para evitar derrumbamientos. Así, en el siglo XV se reforzó la torre y se añadieron varios elementos como dos torrecillas y un espolón defensivo y en el XVI se apuntaló la bóveda de sillería de la torre con una columna central y se reconstruyó el muro sur. Conocer la fortaleza de Íscar es una experiencia muy divertida porque en la explanada se ubica una cervecera artesana denominada La Loca Juana, y la degustación de su producto suele estar incluida con la visita.
Esta construcción del siglo XIII, ubicada entonces en la frontera de los reinos de Castilla y León, destaca por su torre del homenaje rodeada por una muralla almenada hexagonal de baja altura. En 2005 el castillo pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Tiedra y, tras unos años de restauración, es posible visitarlo por dentro y por fuera.
Esta edificación del siglo XV sigue la estética tradicional del típico castillo señorial -apenas defensivo- de la Escuela de Valladolid. La construcción, que es Bien de Interés Cultural desde el año 1988, tiene tres torres redondeadas y una gran torre del homenaje. El conocido también como castillo de Garci Franco de Toledo se puede recorrer con una visita teatralizada donde los personajes acompañan a los visitantes explicándoles curiosidades de su historia.
El Castillo de Montealegre está ubicado en lo alto de un cerro, dominando así la llanura de la comarca de Tierra de Campos. De estilo gótico primitivo, la edificación, de planta cuadrada, data de inicios del siglo XIV y está custodiado por cuatro torreones. Estuvo bajo la protección de doña María de Molina, conocida por el sobrenombre de la Tres Veces Reina porque fue soberana después de los fallecimientos de su marido, hijo y nieto. La visita musealizada del Castillo de Montealegre tiene como protagonista principal precisamente a esta monarca consorte castellana.
El castillo, ubicado en un cerro del Valle de Hornija, es de planta cuadrada y tiene una torre del homenaje con ocho anillos muy característica, además de otros tres torreones cilíndricos. Construido a finales del siglo XV, Torrelobatón fue el cuartel general de los Comuneros antes de ser derrotados en Villalar en el año 1521. Por este motivo en la torre del homenaje está el Centro de Interpretación del Movimiento Comunero. Como curiosidad, en el castillo de Torrelobatón se rodaron algunas escenas de la película El Cid, que protagonizaron Charlton Heston y Sophia Loren.
El octavo y último castillo de este listado es el de Simancas. Se empezó a construir en el siglo XV y poco después se convirtió en archivo, función que ha tenido desde entonces ininterrumpidamente. De hecho es uno de los más importantes del mundo con documentos de gran valor de la Edad Moderna. Mantiene las murallas originales y la estructura de las torres, siendo la más conocida la del Obispo porque fue cárcel del Estado. Aquí estuvo encerrado el Obispo Acuña, líder comunero que fue condenado a muerte. Algunos dicen que su fantasma se pasea por el castillo pero, como ocurre en estos casos, nadie dice haberlo visto.
¿Te animas a pasar un fin de semana inolvidable en alguno de ellos?
María Jesús,