Los vinos y quesos de una misma región suelen complementarse bien, juntos representan la esencia de la tierra, pero no todos maridan a la perfección.
De la mano de Poncelet, maestros afinadores especializados en quesos artesanos europeos, hoy te proponemos un viaje tan armónico como estimulante para los sentidos, ¡y prácticamente sin salir de Castilla y León!
En un punto del camino, tendremos que desviarnos para poder extraer toda la esencia de cada una de las dos partes de esta compleja y delicada pareja, vino y queso.
Esta es la clave del buen maridaje: armonizar sabores sin ocultar matices. Para ello, aunque no existen reglas fijas más allá del gusto personal, te recomendamos seguir los siguientes consejos.
Este Protos verdejo es un vino muy fresco en boca, con buena acidez, sabor intenso, afrutado, equilibrado, complejo, con un final largo y ligeramente amargo. Es importante que lo sirvas a una temperatura de 8-10º. Se lleva a la perfección con quesos azules y también con los quesos frescos. Con la copa de verdejo en la mano, hacemos dos paradas para maridar dos quesos, una de matices similares y otra por contraste.
El queso Matalobos, al igual que el vino Verdejo, presenta toques amargos procedentes principalmente de un tercer ingrediente sorprendente que aporta mayor interés a este maridaje: la cerveza. Se trata de un queso artesano de pasta prensada elaborado con leche cruda pura de oveja Castellana y cerveza leonesa artesana tipo IPA en la propia pasta (un 10%), que se utiliza también para lavar su corteza. Es un queso de maduración curado pero cremoso en boca, con sabor aterciopelado con ligeros toques de acidez. Su nombre deriva de la pedanía donde se elabora: Matalobos del Páramo (León).
Valdeón, con Indicación Geográfica Protegida, es un queso azul suave que fluye a la perfección con el toque afrutado del verdejo y que acompaña su final largo.
Su elaboración se remonta a época prerromana y se realiza en el término municipal de Posada de Valdeón (León), situado en el extremo Noreste de la provincia de León, en el Parque Natural de los Picos de Europa.
Se trata de un queso de leche de vaca o con mezcla de leche de vaca con leche de oveja y/o cabra. En boca presenta toques animales y dulces, con un picante al final con una intensidad media.
Es un queso de intensidad muy fuerte, de modo que en una cata de quesos se degustaría al final.
Elaborado con variedad de uva 100% Tempranillo, el Protos Crianza presenta una alta intensidad aromática, a frutos maduros bien ensamblados con la madera, que aporta aromas de especiales dulces y agradables tostados.
En boca es envolvente y sabroso, equilibrado, con finura y grata madurez. Debe servirse a una temperatura de 15- 18ºC, y mucho mejor si lo acompañas con quesos curados de oveja típicos de la zona:
es un queso ecológico elaborado de forma tradicional a partir de leche cruda de oveja, con adición de cuajo natural. Se elabora es en el noroeste de la provincia de Salamanca, donde el Duero serpentea haciéndose más profundo a su paso por Las Arribes. En boca presenta sabores a leche oveja evolucionada, frutos secos (almendras crudas), vegetal (heno) y matices ácidos y salados dentro de los elementales, con sensaciones ligeramente picantes. La persistencia en boca es larga con evolución lenta, dejando un agradable recuerdo.
Es un queso elaborado con leche de ovejas de las razas Castellana y Churra, razas perfectamente adaptadas a un medio generalmente hostil por la dureza del clima y la no excesiva abundancia de recursos pastables, pero que alcanza niveles de calidad muy notables.
Como su nombre indica, se elabora exclusivamente en la provincia de Zamora, la mayor productora de leche de oveja. Va asociado, ineludiblemente, al vino, pues las bodegas servían para envejecer ambos productos.
Habitualmente es confundido con el Manchego, debido a que su formato es muy similar. Presenta un sabor profundo a leche de oveja limpia, ligeramente láctico y con regusto equilibrado, ideal para acompañar esos toques a frutos maduros del Crianza.
Protos Clarete está elaborado 95% de uva Tempranillo y 5% de Syrah y Merlot.
En boca presenta un gran equilibrio, una entrada muy fresca con un final frutal y persistente que nos deja recuerdos de frutos rojos.
Es un vino goloso con mucha intensidad de sabor, muy directo y fácil de disfrutar, por ello combina principalmente con quesos suaves y jóvenes:
Para continuar y culminar nuestro viaje por Castilla y León, seleccionamos el Pata de Mulo por su sabor algo ácido y más suave que cualquiera de los anteriores quesos leoneses mencionados.
Aunque la Tierra de Campos es la cuna de este queso, actualmente se elabora en varias queserías de toda la comunidad castellano-leonesa, aunque difieren entre sí debido al tipo de leche empleado.
Popularmente se le llama «Pata de Mulo” por su forma característica, pero también se le conoce como “Queso Villalón” por el célebre mercado ganadero de Villalon de Campos (Valladolid).
Para que puedas experimentar el maridaje perfecto para vinos tipo rosado y apreciar las diferencias respecto a la anterior combinación, te recomendamos el queso Olavidia de Jaén. Se trata de un queso láctico de textura mantecosa y corteza natural enmohecida.
Presenta aromas a yogur, como es habitual en este tipo de queso y en boca es fresco con un final alimonado. Es de intensidad poco pronunciada, por lo tanto en una cata de quesos se tomaría justo al inicio.