Miguel Ángel y su finca toscana

Miguel Ángel y su finca toscana

En otras entradas de este blog, hemos hablado de artistas que han tenido una relación con el mundo del vino. Hemos contado la historia del genio de la literatura Miguel de Cervantes, el gran artista renacentista Leonardo Da Vinci o el excelente compositor Giuseppe Verdi.

Hoy, venimos a hablar de otro virtuoso del Renacimiento, el gran Miguel Ángel y, en particular, de su finca situada en Castellina in Chianti en la región de Toscana, sin duda, una de las regiones más conocidas de Italia en la elaboración de vinos.

Wikimedia. Miguel Ángel

Su vínculo con el vino

Miguel Ángel nació en Caprese, un municipio italiano de la provincia de Arezzo, situada en la Región de la Toscana. Su unión con esta zona perdurará hasta el final de sus días.

Conocemos a Miguel Ángel, a través de sus espectaculares obras como El David, La Piedad, Moisés, o los frescos de la Capilla Sixtina… sin embargo, hay otras facetas del genio renacentista que no han sido tan conocidas.

No es que podamos decir, como es el caso de Leonardo da Vinci, que él tuviera un estrechísimo lazo con el mundo del vino, pero Miguel Ángel era un gran amante de este elixir y contaba en su villa con viñedos con los que se elaboraba vino.

En una cita enviada a su sobrino Lionardo escribió que «preferiría 2 barriles de vino antes que ocho camisas”.

También, Miguel Ángel envió vino, como un regalo de lo más preciado, al Papa Paulo III, quien era un gran amante y conocedor del vino. El Papa Paulo III merecería un post aparte.

La finca de Miguel Ángel

Fue en el año 1549, cuando el arquitecto y escultor italiano adquirió su finca situada Castellina in Chianti. En este año, el genio renacentista estaba finalizando su  obra en la Capilla Sixtina.

La propiedad pertenecía a Simona Guicciardini, viuda de un noble que pertenecía a la corte de los Medici.

Cuando Miguel Ángel compró esta finca, contaba con 74 años, y probablemente, la obtuvo pensando en que era el lugar perfecto para retirarse.

La finca permaneció en la familia Buonarroti hasta 1867.

En el año 2018, la finca se puso a la venta. Su propietario era un auténtico desconocedor de que esa villa había pertenecido a Miguel Ángel.  La restauró, pero siempre manteniendo la estructura original con el fin de seguir perpetuando la esencia de la familia Buonarroti.

Lo mejor de la villa son, sin duda, sus vistas, ya que se encuentra en los  alto de un cerro, en las colinas toscanas.

La villa cuenta con 8 habitaciones y 7 baños, y tiene una superficie de 13.000 metros cuadrados. Sus techos son los originales. La finca cuenta con 25.000 metros cuadrados de viñedos, olivos y limoneros.

Obras relacionadas con el vino

Las obras más representativas del artista donde el mundo del vino está presente, son: la escultura de Baco y el fresco La embriaguez de Noé.

 

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