Del mismo modo que existen maridajes específicos para otoño o para el resto de las estaciones del año, también hay diferentes tipos dependiendo del vino que elijas e incluso del momento en el que te lo tomas. A fin de cuentas, la vida son momentos y hay que saber sacar el máximo partido a cada uno de ellos. Así que, a continuación, los amantes de los tesoros gastronómicos que nos regala el mar están de enhorabuena, porque vamos a profundizar en los maridajes de vinos con pescado.
Y es que, aunque a veces cometemos el error de pensar que todos los pescados deben combinar con (cualquier) vino blanco, la realidad es que, dependiendo del gusto propio, de la uva, de la tipología del pescado y de cómo se cocine el plato, el caldo que les acompañe será diferente.
Todos conocemos la lubina, el lenguado o incluso el menos popular, la panga. Este tipo de pescados blancos tienen bajo contenido en grasa, de modo que el vino blanco con buena acidez es el mejor compañero para ellos, dado que potencia su sabor suave.
Podemos encontrar al bacalao, a la merluza o al mero dentro de este grupo. Estamos hablando de pescados escamosos y más gruesos y grasos que los anteriores.En general son pescados blancos y algunos azules suaves. Así que en esta ocasión el maridaje de vinos perfecto es con aquellos que se caracterizan por ser afrutados y aromáticos, aunque también pueden acompañarse con un tinto joven o un rosado fresco.
Los pescados azules como el salmón, el atún o el pez espada tienen una textura más grasa, además de contener el imprescindible Omega-3. Más allá de entrar en sus características organolépticas, cabe señalar que el mejor maridaje es con aquellos vinos que potencien su sabor.
Y con ello nos referimos a los blancos con sabor y cuerpo, vinos rosados frutales o vinos tintos potentes. Todos ellos son perfectos, así como los cavas, los rosados más cítricos y algún vino blanco. Aunque en el caso de estos últimos la recomendación se suscribe sobre todo al salmón y a la trucha ahumada.
Los pescados salados como las anchoas, las sardinas o las caballas suelen ser los protagonistas de muchos (y suculentos) aperitivos. Debido a su sabor pronunciado y bastante fuerte, sus opciones de maridajes son más amplias, ya que son más difíciles de enmascarar. Los espumosos o los vinos blancos con crianza son los que mejor pueden combinar.
Otros tipos de pescados que también tienen su público son las almejas y los mejillones, que combinan bien con vinos blancos ligeros, mientras que las gambas rojas pueden acompañarse a la perfección con vinos tintos jóvenes. Eso sí, para los langostinos o las cigalas vemos una perfecta complementación en el fino jerezano y para la sepia a la plancha no se nos ocurre nada mejor que un buen verdejo.
El sushi es un gran ejemplo de esta gastronomía que cada vez tienen más forofos, y por supuesto también existe el maridaje de vinos para estos platos. Los espumosos y los rosados pueden ser el mejor acompañante. Los ácidos también pueden combinar adecuadamente, siempre y cuando el pescado no tenga esta misma característica principal (la acidez), como podría ser en casos como el ceviche.
En este caso los vinos tintos jóvenes cobran protagonismo con los pescados que se cocinan a la parrilla.
El bacalao con tomate es uno de los platos más típicos de nuestra cocina. Para esta receta el vino tinto joven y fresco puede ser un gran compañero. Claro que si la salsa es más ácida, como la naranja o el limón, lo mejor es elegir un Chardonnay con crianza en barrica, mientras que si hablamos de una salsa espesa, un tinto crianza también nos ofrece buenos resultados.
Si el pescado es frito:
Las frituras de mar también son muy habituales en nuestro país, y para estos momentos de deleite (generalmente veraniego) el vino blanco joven, los rosados y los tintos livianos son perfectos al paladar.
En definitiva, la mejor elección será la que permita que el vino se saboree con todos los sentidos sin enmascarar las cualidades de un buen plato de pescado. Para esto, puedes abrir la carta de vinos de Protos y elegir el maridaje perfecto para cada ocasión. Hazlo y encontrarás lo que buscas.