Derribando mitos del maridaje de vinos

El maridaje de vinos. Ese matrimonio que consigue la unión perfecta entre un plato y un vino.

Desde siempre se ha pensado que la comunión perfecta entre el vino y la comida, consiste en combinar:

• Vinos blancos o rosados con pescados o platos más frescos
• Vinos tintos con carnes o recetas más consistentes.

Es tan extendido este cliché, que lo encontramos hasta en películas míticas como Desde Rusia con amor,.

En donde un espectacular Sean Connery, en el papel de James Bond, comparte cena con otro personaje, que pide pescado y vino tinto.

Poco después, cuando se desvela que este hombre es un espía enemigo, Bond comenta: “Vino tinto con el pescado… Debió hacerme sospechar”.

No todo es tinto y blanco

Y es que un pescado sí se puede acompañar con un tinto, como el salmón o el bacalao, que maridan estupendamente , por ejemplo, con Protos Crianza.

También, existen alimentos considerados “tierra de nadie”, como el foie gras, que va perfectamente tanto con tintos como con ciertos blancos…

Sin olvidarnos de la pasta, que permite una libertad casi absoluta a la hora de maridar con cualquier salsa.

Protos Crianza

Por otra parte, y dejando de lado el extremismo de tinto o blanco,  existen varias gamas de vinos de éxito asegurado en la mayoría de platos, como son el rosado o el Clarete

Este último, resulta especialmente versátil, ya que se puede acompañar tanto con arroces variados como pescados blancos, e incluso con carnes si un tinto se nos antoja demasiado pesado.

Mitos del maridaje

Cava, fino, clarete, chacolí… son los nombres propios de los vinos de siempre de nuestra tierra, que vuelven a la carga para derribar el viejo mito de la eterna elección entre blanco y tinto, con carne y pescado.