Hugo García Prieto, enólogo de Bodegas Protos en la Denominación de Origen Rueda, nos explica las diferencias en la elaboración de un vino blanco con crianza con un vino blanco joven, así como sus características de color, aromas y boca y cómo sacarle el mejor partido a la hora de consumirlo.
En un primer momento, hay que destacar que la uva se recoge mediante vendimia mecanizada nocturna en el viñedo al que previamente se le han quitado los racimos no deseados de forma manual.
Con esto, aprovechamos las horas más frías y en ausencia del sol para que la uva entre lo más fresca posible en la bodega.
Además se añade nieve carbónica en el remolque según se descarga la uva para evitar la oxidación de la uva por efecto del oxígeno del aire durante el transporte a la bodega.
Una vez está la uva en la bodega se mete a la prensa, hermética y con camisa de refrigeración, y se mantiene en ella con atmósfera inerte a 10ºC para realizar una maceración pelicular durante 4 horas.
Con esto, queremos extraer los precursores aromáticos que hay en los hollejos. Una vez pasado ese tiempo, prensamos hasta 0,8 atm de presión y llevamos el mosto obtenido a realizar un desfangado estático a 10 ºC en depósito de acero inoxidable durante 28-30 horas.
Así eliminamos las impurezas que puede haber arrastrado el mosto durante el prensado.
A continuación, trasegamos el mosto limpio a las barricas para que fermente en ellas.
La fermentación se realiza en barricas de roble francés, mitad nueva mitad de un año, de diferentes capacidades y con tostado ligero a unos 16 ºC.
Una vez terminada la fermentación, se vacían las barricas, se lavan con agua caliente a presión y se vuelve a meter en ellas el vino para comenzar la crianza del mismo sobre sus propias lías aproximadamente 6-7 meses (se decide por cata), haciendo el batonage a mano, barrica a barrica para mantener las lías en suspensión y que la crianza sea más limpia y eficaz.
Pasado el tiempo de crianza se cata barrica a barrica y se decide cuáles van a formar parte del coupage final.
Se vacían las barricas, se filtra el vino y se procede a su embotellado. La crianza en botella es de mínimo 18 meses, hasta completar un mínimo de 2 años de crianza entre barrica y botella.
Comparativamente con nuestro Protos Verdejo criado sobre lías finas, este vino tiene un color menos pálido, tiende al amarillo paja con tonos dorados debido a los dos años de crianza.Aromáticamente pierde frescura, pero gana en complejidad debido al ensamblaje perfecto entre la fruta de la variedad (herbáceos, fruta blanca, ligeramente cítrico) y el tostado suave de las barricas (vainillas, especiados y ahumados).
En boca es un vino seco, graso, con volumen y estructura, que conserva al mismo tiempo frescura gracias a su buena acidez. Reaparecen los apuntes de fruta y herbáceos.
Largo, expresivo, con el recuerdo de la madera francesa de las barricas, especiado (vainilla), persistente final con un ligero amargor característico del Verdejo que incita a seguir bebiendo.
Un vino blanco con crianza tiene que estar a una temperatura de servicio de 8-10 ºC.
Marida bien con un amplio abanico de comidas, desde arroces, pescado y pasta por su carácter de vino blanco hasta carnes o guisos por el carácter que le