Mayo y junio son los meses históricos en que más matrimonios se suelen celebrar.
Pero, según el Instituto Nacional de Estadística, durante el primer semestre de 2020 se registraron 28.327 matrimonios, un 60,8% menos que en el mismo periodo de 2019.
La pandemia Covid19 hizo anular muchas bodas: quedaron, literalmente, prohibidos los banquetes y, posteriormente, con medidas de restricción en cuanto a número de comensales.
El fin del Estado del Alarma previsto para el próximo 9 de mayo hace que muchas parejas hayan decidido celebrar esa boda aplazada desde 2020.
La normativa actual estipula reducción de aforos en las Iglesias o Ayuntamientos, uso de mascarillas, limitaciones en el banquete a mesas de cuatro o seis personas y prohibido el baile.
Sin embargo, el fin del Estado de Alarma y sobre todo al avance de la vacunación, están animando a los novios a organizar y celebrar su boda.
En un menú de boda, sea como sea el modelo, hay que tener en cuenta los vinos que se eligen.
Y debe maridar con los platos seleccionados. Normalmente, se recomienda siempre servir un mínimo de tres tipos, por ejemplo, un blanco, un tinto y un espumoso:
– Vino blanco: Se recomienda para acompañar a aperitivos, queso fresco, ensaladas, verduras, arroz, pescados, mariscos, sopas y pastas. Quedará muy bien en bodas que se celebren al aire libre o en la playa.
– Vino tinto: Acompaña a platos más contundentes, carnes rojas como el cordero, la ternera, algunas carnes blancas o pescados como el atún, quesos fuertes. Nuestro consejo es que optéis por un vino tinto que haya pasado por madera y que haya tenido un tiempo de reposo.
– Vino rosado: es una buena alternativa para platos de verdura, mariscos, quesos suaves…
– Vino para boda espumosos. Perfecto para el brindis por sus burbujas.
¿Sabes su origen? La versión más extendida viene de los antiguos griegos donde los sirvientes llenaban las copas de los invitados, pero el primero en alzar su copa y beber de ella era el anfitrión, garantizando de esta manera que el vino servido no estaba envenenado.
Aunque la palabra brindis viene de la expresión alemana “Ich bring dir’s” (te lo ofrezco) y se remonta al siglo XVI cuando el rey Carlos V celebró con sus soldados una batalla ganada.
¿Qué cantidad? Hay una regla sencilla para banquetes:
4 personas por botella de cada uno de los 3 tipos que comentamos. Por ejemplo, si son 100 personas hablaríamos de 25 botellas de blanco, 25 de tinto y 25 de espumoso.
Y para finalizar, ¿no sabes qué regalar a tus invitados? Una botella de vino personalizada siempre es una buena opción.