EL VINO DE BODEGAS PROTOS PARTE DEL REPARTO DE “PALMERAS EN LA NIEVE”
Un vino de la bodega vallisoletana comparte escena con los protagonistas de esta exitosa cinta
Bodegas Protos puede presumir de formar parte de la película española de mayor presupuesto en los últimos años en castellano, “Palmeras en la Nieve”, dirigida por Fernando González Molina y protagonizada por Mario Casas y Adriana Ugarte.
La dilatada historia de Bodegas Protos y el prestigio del que ya gozaban sus vinos en la época en la que se narra la historia, han sido las claves para que el equipo de arte y escenografía de la película apostaran por un vino de esta bodega para aportar valor y realismo a una de las escenas del film.
Huesca y la Guinea Española de los tumultuosos años 60 son los escenarios de “Palmeras en la nieve”, década que coincide con el periodo en el Protos lleva su nombre hasta el lugar que actualmente ocupa.
Los orígenes de Bodegas Protos se remontan a 1927, gracias al arrojo y el apego a la tierra de un grupo de viticultores de la comarca que consiguieron unir sus mejores esfuerzos para crear la Bodega, la Primera en la Ribera.
Kilian y Bisila son los protagonistas de esta adaptación cinematográfica de la novela homónima de Luz Gabás. Él es un joven inexperto de las montañas de Huesca, que viajará hasta la isla de Fernando Poo, colonia española en Guinea Ecuatorial, para trabajar junto a su padre y su hermano en una plantación de cacao. Allí descubrirá un mundo totalmente nuevo y conocerá a Bisila, de la que se enamora inmediatamente. Los dos jóvenes iniciarán una tortuosa aventura amorosa enmarcada en el turbulento contexto de las revueltas previas a la independencia del país. Parte de la historia está narrada en el diario de Kilian, que será descubierto por su sobrina – Adriana Ugarte – en la época actual, lo que la motivará a iniciar un viaje con el fin de arrojar luz sobre los capítulos más misteriosos del relato.
“Palmeras en la nieve” llega a los cines el próximo 25 de diciembre y cuenta con 5 nominaciones a los premios Goya 2015.
