Bodegas Protos, en colaboración con la Universidad de Alicante y Bodegas submarina del Mediterráneo, ha participado en un proyecto de investigación con el objetivo de conocer cómo evolucionan los vinos sumergidos en el agua del mar.
Aunque cada tipología de vino evoluciona de manera diferente, el estudio concluye que los vinos submarinos son complejos y con matices diferentes a la maduración terrestre tradicional, obteniendo vinos diferenciales.
Para ello, Protos ha colaborado con cuatro de sus vinos: Protos Verdejo, Protos Crianza, Protos’27 y Protos Reserva. Todos los vinos han estado sumergidos durante 6 meses en la Costa de Alicante, a una profundidad de 28 metros, en jaulones standard de bodega, insertados dentro de unos silos de hormigón con orificios laterales que han dejado fluir el agua dentro de ellos.
Según el departamento técnico de la bodega, la microvibración provocada por las corrientes marinas, la presión, la oscuridad y temperatura constante que proporciona esta profundidad, (15º-17º la variación de un grado arriba/abajo puede tardar semanas), han originado vinos con una madurez más acelerada, que se aprecia tanto por su nariz menos fresca pero elegante, como en boca, donde aparece un interesante toque salino que modifica las características organolépticas del vino y hace que resulte muy atractivo y peculiar.